¿Qué es la apertura radical?
La apertura radical implica estar siempre abiertos a nuevas posibilidades de la realidad. Es aprender de la experiencia, del entorno y de las personas que nos rodean, descubriendo perspectivas y oportunidades que antes nos eran desconocidas.
Este concepto, central en la Terapia Dialéctica Conductual Radicalmente Abierta (RO DBT), nos invita a desafiar nuestras creencias rígidas y a encontrar flexibilidad en nuestro pensamiento, un enfoque particularmente valioso para quienes tienden al sobrecontrol emocional.
¿Dónde está esa fina línea?
En mi proceso de aprendizaje y práctica, a menudo reflexiono sobre lo que llamo «la fina línea». Mi profesor, Thomas R. Lynch, insiste en dos principios aparentemente opuestos: seguir las instrucciones del manual y, al mismo tiempo, evitar imponer reglas rígidas a nuestros clientes sobrecontrolados, quienes ya viven con suficientes restricciones.
Este dilema me lleva a preguntarme: ¿quién define esa fina línea?. En la práctica, estas diferencias son evidentes incluso entre colegas. Por ejemplo, una compañera de RO DBT y yo somos opuestas: ella, muy sobrecontrolada; yo, más flexible. Para ella, permitir que un cliente tenga la cámara apagada en una sesión online es aceptable; para mí, no lo es, ya que considero que la expresión física es fundamental en nuestra terapia.
Por otro lado, a mí no me preocupa si un cliente llega sin haber hecho la tarea asignada, ya que prefiero abordar el aprendizaje durante la sesión. Para ella, este incumplimiento es inaceptable y puede ser una fuente de frustración.
Líneas flexibles, aprendizajes constantes
Entonces, ¿quién traza esa línea? En muchos casos, la línea está definida por el cliente mismo, especialmente en personas con Trastorno Obsesivo-Compulsivo (TOC), quienes suelen tener conductas rígidas y predefinidas antes de iniciar la terapia.
Sin embargo, como terapeutas, necesitamos mantener nuestras líneas flexibles y adaptables a la nueva información y a lo que vamos aprendiendo a lo largo del proceso. Esto no significa abandonar nuestros principios o valores, sino reconocer que no conocemos todas las realidades posibles. La apertura radical nos invita a ser conscientes de que seguimos aprendiendo y evolucionando a medida que enfrentamos nuevas experiencias y circunstancias.
La apertura radical y nuestra autenticidad
La apertura radical no solo se trata de entender y respetar la realidad del otro, sino también de explorar nuestra propia autenticidad. Esa fina línea no debe ser un límite rígido, sino un espacio donde podamos aprender y crecer, más allá de las normas y valores que nos han enseñado.
Al final, la apertura radical nos enseña que la autenticidad no está reñida con la flexibilidad. Más bien, está en saber equilibrar lo que creemos con lo que descubrimos, permitiendo que nuestras experiencias nos transformen.
Diferencias entre la apertura radical y la aceptación radical
Aunque la apertura radical y la aceptación radical comparten ciertos principios de flexibilidad y atención plena, son conceptos distintos con enfoques específicos:
- Apertura radical: Se centra en estar receptivos a nuevas posibilidades, aprendiendo de la experiencia y de las realidades que nos desafían. Es un acto activo de explorar, cuestionar y ampliar nuestro marco de referencia, adaptándonos a nuevas circunstancias y puntos de vista.
- Aceptación radical: En cambio, pone el foco en aceptar plenamente las situaciones tal como son, sin intentar cambiarlas o resistirlas. Es un paso hacia la paz interior frente a circunstancias que no podemos controlar o modificar.
En el contexto de la Terapia Dialéctica Conductual Radicalmente Abierta (RO DBT), la apertura radical nos invita a explorar lo desconocido y desafiar lo establecido, mientras que la aceptación radical, más presente en terapias como la DBT clásica, se orienta a encontrar calma y comprensión en lo inevitable.
Ambos enfoques son herramientas poderosas para trabajar con emociones intensas o patrones de comportamiento rígidos, pero cada uno responde a necesidades diferentes: la apertura radical para crecer y expandir nuestra perspectiva, y la aceptación radical para encontrar paz en lo que no podemos cambiar.
